En México, aproximadamente 13 millones de personas trabajan actualmente en la modalidad de Home Office. Según datos del INEGI recopilados por Sesame RH, alrededor del 23% de los puestos laborales en el país pueden realizarse en teletrabajo. Esta tendencia ofrece múltiples beneficios, como facilitar la conciliación entre la vida laboral y personal, aumentar la satisfacción y retención de talento, así como generar ahorros para las empresas. No obstante, también se han destacado algunos desafíos asociados, como los sentimientos de aislamiento y soledad que pueden surgir para los trabajadores en esta modalidad y las dificultades de comunicación y seguimiento de la productividad para algunas compañías.
El análisis también destaca que acudir a un espacio físico de oficina puede fomentar la colaboración, mejorando la toma de decisiones y resolución de problemas, así como fortalecer la cultura empresarial. Sin embargo, esta opción conlleva el aumento de tiempo, costos y estrés debido al traslado de los colaboradores.
Para tomar una decisión sabia y bien pensada, las empresas deben considerar las necesidades individuales de sus trabajadores y no obligarlos a regresar a una oficina si están satisfechos con el Home Office, ya que esto podría generar resentimiento y disminución de la productividad. Es fundamental evaluar las inquietudes de los colaboradores y proporcionar una comunicación clara y fundamentada sobre las razones detrás de la decisión.
Aquí tienes algunos consejos para las empresas en este proceso:
- Encuesta a los empleados: Realiza encuestas anónimas para conocer las preferencias de los trabajadores respecto a la modalidad de trabajo. Pregunta sobre su comodidad, productividad y bienestar en ambas opciones. Asegúrate de incluir preguntas abiertas para obtener comentarios detallados.
- Escucha activa: Fomenta un ambiente donde los empleados puedan expresar sus opiniones libremente. Organiza reuniones o foros para que compartan sus experiencias y preocupaciones en relación con el Home Office y el Regreso a Oficina. Toma en cuenta sus comentarios en la toma de decisiones.
- Flexibilidad híbrida: Considera implementar un enfoque híbrido que combine el Home Office con la presencia en la oficina. Esto permitirá a los empleados disfrutar de lo mejor de ambos mundos y adaptarse a sus necesidades individuales.
- Establece criterios claros: Define criterios objetivos para determinar quiénes pueden trabajar en modalidad de Home Office y quienes deben regresar a la oficina. Estos criterios pueden basarse en la naturaleza del trabajo, la productividad, la colaboración requerida, entre otros factores relevantes.
- Ofrece opciones personalizadas: Si es posible, ofrece opciones personalizadas para que los empleados elijan la modalidad de trabajo que mejor se adapte a sus circunstancias personales y profesionales.
- Beneficios y apoyo: Brinda beneficios y apoyo específicos para los empleados en ambas modalidades. Por ejemplo, aquellos en Home Office pueden necesitar apoyo tecnológico o programas de bienestar, mientras que los que regresan a la oficina pueden requerir soluciones para el transporte y espacios de trabajo seguros.
- Comunicación transparente: Comunica de manera clara y transparente las decisiones tomadas y las razones detrás de ellas. Proporciona información sobre cómo se consideraron las necesidades individuales de los trabajadores en el proceso de toma de decisiones.
- Período de prueba: Considera implementar un período de prueba para que los empleados experimenten ambas modalidades antes de tomar una decisión final. Esto permitirá ajustar y mejorar el enfoque adoptado.
- Reevaluación continua: Mantén un proceso de reevaluación constante para revisar la efectividad de la modalidad de trabajo elegida. Realiza mediciones de productividad y bienestar regularmente para asegurarte de que la decisión sigue siendo adecuada y beneficiosa para todos.
- Adaptabilidad y aprendizaje: Reconoce que la situación puede cambiar con el tiempo y que puede ser necesario ajustar la modalidad de trabajo en el futuro. Aprende de la experiencia y adapta las políticas en consecuencia.
Independientemente de la modalidad elegida, es esencial que las organizaciones brinden el apoyo adecuado a sus empleados. Esto incluye proporcionar el mobiliario adecuado para las actividades laborales, acceso a tecnología e internet de calidad, así como apoyo psicológico, programas de bienestar, salud y opciones de trabajo flexible. El enfoque debe ser empático y considerar el bienestar integral de los trabajadores.
Además, realizar mediciones de productividad de manera continua y analizar los datos puede ayudar a determinar cómo beneficia o no el modelo de trabajo seleccionado, ya sea presencial o en Home Office. La tecnología puede ser una herramienta valiosa para llevar a cabo estas evaluaciones de manera efectiva.
En conclusión, antes de realizar un cambio en el modelo de trabajo, es crucial que las empresas reflexionen sobre estos puntos y consideren las necesidades y preferencias de sus colaboradores. Una elección informada y pensada contribuirá a un ambiente laboral más satisfactorio y productivo para todos.