¿Qué es el multitasking?
El multitasking, también conocido como multitarea, se refiere a la capacidad de realizar varias actividades al mismo tiempo. En el ámbito laboral, suele implicar atender simultáneamente diferentes tareas, como responder correos electrónicos mientras se escribe un informe o participar en una llamada telefónica mientras se revisa un documento.
¿Funciona el multitasking?
La evidencia científica sobre la efectividad del multitasking es controvertida. Algunos estudios sugieren que las personas con mayor capacidad para realizar múltiples tareas pueden ser más eficientes en algunos contextos específicos. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones coinciden en que el multitasking perjudica la productividad y la calidad del trabajo en general.
Pros del multitasking:
- Aumento de la sensación de productividad: Al realizar varias tareas a la vez, las personas pueden sentir que están logrando más en menos tiempo.
- Mayor flexibilidad: El multitasking puede permitir a los trabajadores adaptarse a cambios inesperados y responder a demandas urgentes de manera más rápida.
- Desarrollo de habilidades: En algunos casos, el multitasking puede ayudar a desarrollar la capacidad de concentración, atención dividida y gestión del tiempo.
Contras del multitasking:
- Disminución de la calidad del trabajo: Al dividir la atención entre diferentes tareas, aumenta el riesgo de cometer errores, omitir detalles importantes y entregar trabajos de menor calidad.
- Aumento del estrés: El multitasking puede generar mayor ansiedad, presión y sensación de agobio, lo que puede afectar negativamente el bienestar laboral.
- Dificultad para concentrarse: Al saltar de una tarea a otra, se dificulta la concentración profunda y el pensamiento crítico, esenciales para realizar trabajos complejos.
- Impacto en la salud mental: El multitasking crónico puede contribuir a problemas como la fatiga mental, la irritabilidad y la dificultad para conciliar el sueño.
Recomendaciones para reducir el multitasking:
- Establecer prioridades: Identificar las tareas más importantes y dedicarles un tiempo específico sin interrupciones.
- Evitar las distracciones: Silenciar notificaciones, cerrar pestañas innecesarias y trabajar en un espacio tranquilo para minimizar las distracciones.
- Realizar una tarea a la vez: Enfocarse en una sola tarea a la vez y completarla antes de pasar a la siguiente.
- Tomar descansos regulares: Levantarse, caminar y estirarse cada cierto tiempo para refrescar la mente y mejorar la concentración.
- Delegar o posponer tareas: Identificar las tareas que pueden delegarse a otros o posponerse para un momento más adecuado.
- Comunicar las necesidades: Informar a los compañeros y superiores sobre la necesidad de concentrarse en una tarea a la vez para evitar interrupciones.
En conclusión, el multitasking no es una estrategia efectiva para aumentar la productividad en la mayoría de los casos. Si bien puede parecer que permite realizar más en menos tiempo, a largo plazo, las consecuencias negativas en la calidad del trabajo, el bienestar laboral y la salud mental son significativas. Es recomendable adoptar estrategias que fomenten la concentración, la priorización y la gestión del tiempo para lograr una mayor productividad de manera sostenible.