Un estudio, que ha estado en desarrollo durante cerca de 10 años, por parte de Marisa Elizundia, creadora del Barómetro del Salario Emocional, hace especial énfasis en los diversos factores que componen el Salario Emocional, siendo éste, una cuestión no necesariamente económica y que va cobrando cada vez mayor importancia dentro del desarrollo de los colaboradores.
El SALARIO EMOCIONAL son todos aquellos beneficios no económicos que obtenemos en el trabajo. Hablamos de todo lo que nos motiva, lo que nos hace descubrir la pasión por la que nos desempeñamos día con día, y los factores que impulsan nuestro desarrollo profesional.
A través de su investigación, a lo largo de diversos países y a través de varios tipos de trabajos, Elizundia ha ido desarrollando la idea del Salario Emocional por medio de 10 factores clave que sirven para medirlo y que determinan su importancia:
1.- AUTONOMÍA: Dentro del contexto laboral, es desarrollar la oportunidad y la libertad del colaborador, de sentirse competente, valorado y que se dispone del espacio ideal para gestionar su estilo de trabajo y de organización.
2.- PERTENENCIA: Conectar con el equipo, con los compañeros y la compañía en general. Sentir el reconocimiento, valorado e identificado de acuerdo con papel que se desempeña dentro de la organización.
3.- CREATIVIDAD: Como colaborador, tener la oportunidad de explotar las habilidades propias de maneras originales, diversas e innovadoras, dándole una personalidad propia al trabajo.
4.- DIRECCIÓN: Tomar un rumbo dentro de la organización. Crear y elegir, a través de decisiones, un camino que contribuya al crecimiento de la empresa y de la propia carrera laboral.
5.- DISFRUTE: Tener la oportunidad de conectar con el entorno laboral de formas socialmente relajadas, respetuosas, confiables y amenas que armonicen la interacción, y que sumen a la confianza de la relación de trabajo con los compañeros.
6.- INSPIRACIÓN: Es aquí donde la empresa alinea ciertos valores con los de sus colaboradores para crear una conexión que oriente y brinde la oportunidad de desarrollar el trabajo de manera más armoniosa y orientada a los objetivos.
7.- MAESTRÍA: Como empresa, brindar la oportunidad al colaborador para que adquiera un dominio más profundo de sus habilidades. Como colaborador, sumar a sus conocimientos con el objetivo de sobresalir y acrecentar su experiencia dentro de la compañía.
8.- CRECIMIENTO PERSONAL: Desarrollar aprendizaje a través de las experiencias dentro del entorno laboral y personal para que, por medio de estas cualidades, fortalezcamos la parte humana dentro de la organización.
9.- CRECIMIENTO PROFESIONAL: A través de la interacción laboral y la exposición a estímulos que acrecienten talentos, habilidades y aptitudes con el fin de desarrollarse cada vez de mejor manera frente al entorno laboral.
10.- PROPÓSITO Y SIGNIFICADO: Como colaborador, formarse un sentido de pertenencia hacia la organización, de tal manera que se intensifique la colaboración y el entusiasmo por el desarrollo constante dentro de ésta.
Una vez conocidos estos factores, podemos concluir que lo más importante como primer paso, es que colaboradores y empresa tomen en cuenta cuáles de ellos resultan más significativos y qué tanto se apegan a la manera en la que el desempeño dentro de la organización favorece a su puesta en práctica. En segundo lugar, una vez identificados, es analizar la manera en la que son puestos en práctica y cómo ir implementando los factores que no tengan, aún, cierta afinidad.